Álex Márquez vivió un fin de semana complicado en el GP de Austria. El piloto recibió una sanción por provocar la caída de Joan Mir y tuvo que cumplir con la long lap, por lo que a pesar de salir segundo en la carrera, terminó décimo fruto de esa suspensión.
El corredor del Gresini Racing destacó que la parrilla tuvo un ritmo parecido y su sanción fue más evidente: "Es que fue un fin de semana donde todo el mundo tenía velocidad. No era como las carreras donde el primero sacaba muchísimo al resto. Estas primeras vueltas tampoco pude salir bien y abrir ese hueco que yo quería para poder reengancharme un poco mejor", declaró en DAZN.
A pesar de la sanción, Álex sigue siendo segundo en la clasificación general y solo perdió dos puntos de diferencia con respecto a Bagnaia, que va tercero. Con el que si aumentó su distancia fue con su hermano Marc, que volvió a hacer doblete y ya le aventaja en 142 puntos a falta de nueve carreras. "Es normal que nos lleve lo que nos lleva en el campeonato. Cuando un tío te gana su última esprint, carrera, todo seguido, ¿qué quieres hacerle? No hay mucho más", dijo.
El pequeño de los Márquez también se pronunció sobre qué nadie es capaz de batir a Marc: "A veces, la gente pone la responsabilidad en mí. Tienes que batirlo. No soy el único. Hay 20 pilotos más que lo están intentando batir y no estamos pudiendo. Entonces, habrá que intentar mejorar en algunos aspectos. Pero está a un nivel altísimo y es normal eso. No hay que olvidarlo", concluyó.