17/06/2025 17:46
Junto con la velocidad inadecuada, las distracciones al volante son uno de los factores que más se repite en los accidentes de tráfico en España. Esta misma semana la DGT ha publicado el balance de siniestralidad en las carreteras españolas hasta el mes de mayo, periodo en el que han fallecido un total de 432 personas, 5 menos que en 2024. Y muchos de estos siniestros mortales están relacionados ya con una conducción distraída, con el uso indebido del teléfono móvil como uno de los grandes responsables de estas muertes. Para vigilar las distracciones al volante, la DGT cuenta con un total de 253 cámaras por las carreteras, gracias a las cuales se puede detectar, entre otras cosas, si el conductor va hablando con el móvil. Pero ahora nos llega la noticia de un invento español que puede convertirse en el mejor aliado para evitar este tipo de accidentes. Sus responsables son los investigadores de la Universidad Rovira i Virgili, en Tarragona, que han desarrollado un innovador sistema de radares que utiliza la tecnología Doppler para detectar movimientos bruscos de la cabeza del conductor, indicativo de que ha desviado la mirada de la carretera. El nuevo invento español que puede salvar miles de vidas en carretera. Foto: Universidad Rovira i Virgili Así funciona el radar anti-distracciones En España, actualmente, todos los vehículos de nueva homologación deben incorporar obligatoriamente ya un sistema de detección de somnolencia y distracción (DDR). A través de cámaras o sensores en el volante, esta tecnología vigila la trayectoria del coche para poder detectar si el conductor está o no perdiendo la atención, emitiendo posteriormente señales para alertar al conductor. Este último invento español, sin embargo, tiene un funcionamiento muy sencillo. Para ello, se coloca un radar en la parte frontal del conductor, en el techo del coche, y una pieza con una superficie reflectante justo detrás de la cabeza del conductor, en el reposacabezas. Cuando el conductor gira la cabeza, la señal emitida por el radar deja de reflejarse en una de las superficies, lo que permite detectar hacia dónde está mirando el conductor. Todo esto es posible gracias al efecto Doppler, un principio físico que describe cómo cambian las ondas, ya sean de radio o de sonido, cuando hay movimiento. Detalle de una de las unidades de radar de bajo coste utilizada por los investigadores en el prototipo. Foto: Universidad Rovira i Virgili Dos de las grandes ventajas de este innovador sistema es que no necesita una buena iluminación para funcionar bien y que, al no captar imágenes del conductor ni utilizar reconocimiento facial, es muchos menos invasivo para la privacidad del conductor. Una tecnología con mucho futuro Al tratarse de un radar de bajo coste y con un procesador simple, abre la puerta a que se pueda utilizar en el futuro. Además, y gracias a la inteligencia artificial, esta tecnología podría reconocer gestos con la mano para controlar el vehículo o incluso sillas de ruedas para personas con movilidad reducida. Aunque todavía está en fase de desarrollo y no hay una fecha concreta para su lanzamiento al mercado, al tratarse de una tecnología "barata" y no invasiva, puede convertirse en una gran herramienta para mejorar la seguridad vial. Pero, para que esto ocurra, será necesario combinar esta información con la del GPS o la del propio comportamiento del volante, ya que el nivel de atención necesario varía según vayamos circulando por una autopista o por una calle.