Lo que enseña la victoria de Marc Márquez en Austria y la dificultad de Ducati para mejorar

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Nunca sabremos si Marc Márquez se estaba guardando algo en la recámara o si realmente acabó pidiendo la hora en el Gran Premio de Austria. El catalán venció en un circuito que hasta ahora se le resistía, pero sudó más que nunca esta temporada para lograrlo. Primero tuvo que doblegar a un excelente Marco Bezecchi con su Aprilia y en los metros finales aguantar a un Fermín Aldeguer que venía encendido desde atrás. La Ducati GP25 no parece que fuera ayer la mejor moto en Austria.

En 2025, como en otras ocasiones hemos destacado en El Confidencial, Marc Márquez conoce por primera vez la palabra dosificar. Las lesiones del pasado y dos avisos serios esta temporada en Austin y Jerez, le han hecho recordar aquella máxima atribuida a Jackie Stewart, de que se ganan igual las carreras por un segundo que por un minuto. Por esto no sabremos con certeza el potencial último de su Ducati.

Si excluimos a Marquez de la ecuación, la moto de Fabio di Gianantonio y la de Pecco Bagnaia, en teoría idénticas a la del piloto español, se llevaron una buena paliza no sólo de otras motos como la Aprilia y KTM sino también de las Ducati GP24. Fermín Aldeguer logró el mejor resultado de su carrera deportiva y es un extraordinario piloto. Pero no remontas de la forma que lo hizo el murciano, ni inquietas a uno de los mejores de la historia, como es Márquez, si la moto no acompaña.

"Ha habido un momento en el que me salían las cosas sin pensarlo", explicaba entusiasmado Aldeguer: "Era como si estuviera jugando a la PlayStation. Parecido. Eso quiere decir que estamos haciendo un buen trabajo, que tenemos que continuar así, que en las últimas vueltas de carrera somos rápidos y eso hay que aprovecharlo. Tenemos que mirar donde hay que seguir mejorando, que son las primeras vueltas y la salida, para aprovechar el neumático nuevo”. Blanco y en botella. De estar en la pomada desde la primera vuelta, Márquez hubiera tenido más que difícil el triunfo.

Fermín Aldeguerestuvo sensacional, llegando incluso a inquietar a Marc Márquez. (EFE)
Oportunidad perdida de Álex

Álex Márquez quedó fuera de juego a las primeras de cambio, al tener que cumplir una long lap de penalización. Seguro que el más joven de los Márquez se habrá lamentado más que nunca de aquel choque con Joan Mir en la carrera anterior de República Checa. El desarrollo de la carrera indica que un triunfo era más que posible. La penalización, al tener que cumplirse en las primeras vueltas le mandó a la jungla del pelotón, pero al menos dejó claro que DiGianantonio con una moto teóricamente superior, no tenía opción alguna frente a él.

Ahora viene el gran dilema para Gigi Dall'Igna el director técnico de Ducati, acerca de la dirección que debería tomar para resolver primero las carencias de la moto actual y sobre todo sentar las bases del modelo de la próxima temporada, ya en fase avanzada de desarrollo. Lo que dicta la lógica es que atienda los deseos deMarc Márquez, que les está dando una racha de triunfos inédita en su historia. Pero paradójicamente, lo mejor que podría hacer para seguir siendo competitiva sería atender a Pecco Bagnaia.

El compañero de equipo de Marc Márquez en el equipo oficial Ducati volvió a tener una carrera para olvidar en Austria. A una vuelta y asumiendo muchos riesgos, Pecco puede aguantar el pulso a Marc, pero en carrera no tiene ninguna posibilidad de mantener esa velocidad. El gran problema del italiano con su actual moto es entender y sacar partido a los neumáticos. Pese a ser un piloto que tradicionalmente se ha destacado en ese territorio, su calvario continúa e incluso parece ser cada carrera que pasa más cruel.

Pecco Bagnaia admite estar perdiendo la paciencia con Ducati (Reuters/Gintare Karpaviciute)
Bagnaia no encuentra respuestas

El bicampeón mundial, admitía desolado, que no entiende el origen de sus problemas: "Como todo el año, al final no sabemos lo que pasa. Estoy dándolo todo, pero dándolo todo he quedado octavo a 12 segundos. Quien ha ganado (Márquez) lo ha hecho con el mismo tiempo mío del año pasado, así que el potencial para hacerlo está ahí. Sólo que no sabemos por qué no sale. Yo no sé por qué no sale". Por si faltaran datos para confirmar la teoría de las carencias de la GP25 versus las bondades de la GP 24, los datos de Bagnaia, hablan a las claras.

"Me cuesta mucho seguir a otros", proseguía Bagnaia: "He visto que al principio de la carrera, Bezecchi y Márquez hacían todo mejor que yo: entrada, salida... y sé que son pilotos fuertes, pero yo llegué a 12 segundos en un circuito donde siempre he marcado la diferencia. Es algo que no entiendo y no voy a entender". La situación está afectando psicológicamente al bueno de Pecco, porque al estilo de lo que ocurre en Red Bull en Fórmula 1 con Max Verstappen, las motos teóricamente peores, funcionan a menudo mejor que las motos 'pata negra'.

Marc Márquez va a ir rápido con lo que le des. Basta que hagas una moto que sea apenas dos o tres décimas peor que la mejor moto y te la hará igualmente campeona. Como la propia Ducati admite hoy, todos los títulos que les ganó Marc cuando pilotaba para Honda, los logró con una moto que, aun siendo competitiva, saben que era algo inferior a la suya. El piloto de Cervera maquillaba año tras año las limitaciones de la Honda, hasta que la entrada en tromba de la aerodinámica amplió la brecha de forma insalvable.

"Como todo el año, al final no sabemos lo que pasa. Estoy dándolo todo"

Bagnaia admite que está perdiendo la paciencia con Ducati. El italiano ya no oculta que su equipo no le da soluciones a sus problemas y hace bien en hacerlo público. Como hombre de equipo que es, hasta ahora no ha querido cargar las tintas con su escudería y admitir que el problema lo tiene él, pero su queja no es una excusa de mal perdedor. Pecco sabe que su única opción para estar a la altura de un fuera de serie, como es Marc, es a base de tener una moto en la que se encuentre a gusto. Y si Ducatino trabaja para dársela, llega un momento en que hay que alzar la voz.

Algunos defienden que la radicalidad de la Ducati GP 25 obedece a haber sido diseñada siguiendo las directrices del siete veces campeón mundial. Argumento controvertido, cuando menos, si observamos que las dificultades para sacar partido a esta moto no son ajenas al propio Marc. Su prodigiosa capacidad para adaptarse a cualquier escenario, confunde acerca del rendimiento real de una moto.

Por eso Ducati debe hacer caso a Bagnaia. Ahora más que nunca. Aprilia, KTM y Yamaha aprietan y cada vez están más cerca. Si hace una moto donde Pecco pueda ganar, Marc también será capaz de dominar. Lo importante es que él no será el único que sea capaz de ganar a bordo de una Ducati. Honda empezó a sembrar su decadencia el día que dejó de hacer caso a Dani Pedrosa y fio toda su suerte a futuro a Marc Márquez. La historia está para aprender y no repetir errores.

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