29/05/2025 09:59
Los Dolomitas son para muchos aficionados al turismo en moto un destino deseado. Se formaron a lo largo de millones de años, cuando los movimientos tectónicos acercaron las placas y el terreno se elevó miles de metros desde fondo petrificado y calcáreo de un mar tropical. Más tarde, las constantes erosiones crearon gigantescas y extrañas formaciones rocosas de colores desde blanco a amarillo grisáceo. Uno de esos colosos de piedra que se formaron entonces, y que aún hoy en día es más imponente, es el macizo del Sella, que con su forma de meseta, se alza al final del valle de Gardena. Por su flanco occidental discurre la carretera hacia el puerto del Sella, a 2.240 metros de altitud, que da paso al valle de Fassa y puede considerarse el puerto más famoso de los Dolomitas. La carretera se terminó en 1872. Su punto de partida desde el norte comienza en Selva di Val Gardena. A la salida del pueblo, la SS 242 traza dos amplias curvas cerradas y continúa a través de un bosque de coníferas, con curvas de buena visibilidad y poca pendiente, pasando junto a paredes rocosas verticales, remontes e instalaciones hoteleras. Pasado Plan de Gralba, otras dos serpentinas ascienden por la ladera de la montaña, al tiempo que la calzada se estrecha. Después del desvío a la izquierda hacia el puerto de Gardena, el asfalto se vuelve más irregular. Probablemente sufre debido al tráfico pesado procedente de una cantera de grava cercana. Viaje Paso Sella (8) Desde el punto de vista de la conducción, aquí no existen desafíos importantes. El tramo puede hacerse muy rápidamente, pero hay que tener presente que hay cambios bruscos en la anchura de la calzada y que existen bastantes roderas que hacen vibrar las suspensiones. La pendiente no supera el 9 %, y las "tornanti" más cerradas ya han quedado atrás, ya que debido a la altitud de Selva di Val Gardena, ya está a 1.560 metros no hay mucho desnivel que superar. Hay que tener cuidado con los carriles bici recién creados, que tienen marcas de pintura chillonas para distinguirlos y terminan de golpe en los puntos más estrechos, obligando a los ciclistas a volver a incorporarse a la carretera, que en esos puntos es muy estrecha. Si nos referimos únicamente a su trazado y la conducción pura, la vertiente norte del puerto del Sella es probablemente aburrida. Su atractivo reside en los paisajes espectaculares que se despliegan ante nosotros. Se caracterizan por suaves colinas que terminan abruptamente en paredes rocosas verticales y enormes pastos alpinos verdes, donde, junto a cabañas de madera decoradas, descansan inmensos bloques erráticos. No lejos de la cima del puerto, aparece un espectacular mundo pedregoso formado por un desprendimiento de rocas en tiempos remotos. También son tremendas, aunque en sentido negativo, las consecuencias del turismo. En las fechas más concurridas, sobre todo en pleno verano y los fines de semana, te encuentras con un caos circulatorio en toda su extensión. Es cuando todo el mundo parece sentirse atraído por estas montañas pálidas. Resulta surrealista ver cómo se acumulan los vehículos en la carretera y los excursionistas en las rutas de senderismo. La obligación de usar el disco de aparcamiento, incluso en las explanadas de grava más pequeñas, parece un intento desesperado por encauzar el interminable flujo de visitantes. Las curvas del puerto del Sella dirigen la mirada alternativamente hacia el Sassolungo, el macizo del Sella y el gigantesco Piz Boè. Y una y otra vez, entre las hendiduras de las agujas rocosas, asoman otras cumbres donde, incluso en las crestas más expuestas, los árboles se aferran a la roca. Esta experiencia se ve coronada por el juego de colores de las torres dolomíticas. Durante la mañana, la suave luz disipa la palidez de la roca y la baña en un cálido tono amarillo, mientras que la dura luz del mediodía resalta las grietas y fisuras de la piedra y el sol del atardecer deposita su resplandor ígneo sobre los colosos pétreos. Viaje Paso Sella (13) Este paisaje, que supera sus propias impresiones a cada minuto, merece ser contemplado y apreciado con calma. La limitación de velocidad a un máximo de 60 km/h en la carretera del puerto del Sella es una bendición. La cima del puerto desentona un poco, resultando solo un poco acogedora. Las escasas plazas de aparcamiento son de tierra y terminan directamente al borde del precipicio. Aparte de un hotel que ha conocido tiempos mejores y una tienda de recuerdos que parece anclada en el pasado, a primera vista no ofrece nada especial. Sin embargo, los asientos en la terraza del quiosco bien merecen una parada, porque tienen una vista impresionante de la resplandeciente Marmolada, la montaña más alta, con sus 3.343 m, de los Dolomitas. En la vertiente sur, el carácter de la carretera cambia por completo. La montaña trabaja constantemente sobre la calzada, provocando deslizamientos e inclinaciones, agrietando el asfalto y echando por tierra cualquier reparación en cuestión de meses. Desciende de forma más vertical y las tornanti, aunque también aquí tienen anchura suficiente para autobuses, son más y más cerradas. Los tramos rectos son más largos y el paisaje alrededor más agreste. Vive de la imponencia de las paredes aparentemente interminables del macizo del Sella y del Piz Boè, que se elevan por encima de todo a más de 3.100 m. A sus pies, enormes pedreras empujan el bosque hacia el valle. En los bordes de las paredes rocosas de tonos negruzcos, enormes bloques de piedra esperan su caída al vacío. Desde el desvío hacia el puerto de Gardena, hasta el enlace con la Gran Carretera de los Dolomitas que conduce al puerto Pordoi, apenas hay que recorrer once kilómetros. Sin embargo, este corto tramo está repleto de impresionantes paisajes. La zona La ruta por el puerto del Sella es relativamente corta, pero atraviesa una de las comarcas más fascinantes de los Dolomitas. Su trazado de norte a sur no presenta grandes exigencias de conducción, pero es muy variado. Al puerto se puede acceder por el valle de Gardena (Alto Adigio/Südtirol) o el valle de Fassa (Trentino) y forma parte de la famosa ruta de los Cuatro Puertos alrededor del macizo del Sella, conocida como Sellaronda. El puerto del Sella es un destino de excursión muy popular para senderistas y escaladores, y está muy concurrido en los meses de verano. Se intenta contrarrestar el tráfico desbordante con diversas medidas, como el fomento del transporte público o, como ocurrió en el verano de 2017, mediante cierres de la carretera en determinados días de la semana. Viaje Paso Sella (44) Datos de interés Los pasos de montaña alrededor del macizo del Sella no se acondicionaron hasta la segunda mitad del siglo XIX. El puerto del Sella fue el primero, en 1872. En 1884 se construyó aquí también el primer alojamiento. Aunque se encontraba a pocos kilómetros del frente durante la I Guerra Mundial, la zona del puerto del Sella se libró de las acciones bélicas. No obstante, el puerto se utilizó como ruta de abastecimiento. Sugerencias gastronómicas Bar «In Sella», situado justo enfrente de los remontes del Sassolungo, con aparcamiento gratuito para motoristas, y pequeños aperitivos para todos los gustos. Sugerencias de alojamiento El Hotel «Florian» en Selva di Val Gardena, ofrece habitaciones amplias y modernas y una sabrosa mezcla de cocina mediterránea y del Tirol del Sur. (Hotel Florian, Calle Ruacia 25, 39048 Selva di Val Gardena (BZ), Tel.: +39/04 71/79 20 40, email: [email protected], www.florian.bz.it) Puntos de encuentro La explanada en la cima del puerto del Sella suele estar ocupada por autocares y coches. En el refugio Sellajochhaus, a un kilómetro de la cima del puerto, las motos aparcan gratis. Otros puertos cercanos Passo Pordoi, Passo Campolongo, Passo Gardena, Passo di Fedaia, Passo Valparola, Passo di Falzàrego, Passo di Giau Ficha País: Italia Provincias: Alto Adigio/Südtirol y Trentino Tramo: Selva di Val Gardena (N) a Canazei (S) Longitud total: 21 kilómetros (11 kilómetros desde el desvío del puerto de Gardena hasta el desvío del puerto Pordoi) Longitud vertiente norte: 5 kilómetros (desde desvío puerto de Gardena) Longitud vertiente sur: 6 kilómetros (desde desvío puerto Pordoi) Altitud: 2.240 m Pendiente máxima: 11 % Carretera de peaje: No Firme: Asfalto Abierto: Todo el año