El Gran Premio de San Marino, lugar cargado de simbolismo, no es una cita más para Marc Márquez. El catalán puede allanar en Misano su camino hacia su séptimo Mundial. Una cita a la que llega tras la victoria de su hermano en el GP de Cataluña, triunfo que retrasa el campeonato hasta las carreras que se celebrarán en Asia.
Márquez llega líder a Misano con una ventaja de 182 puntos respecto a Álex. La diferencia es aún mayor con Pecco Bagnaia (250), que ha estado muy alejado de él en este Mundial, a diferencia de la batalla que mantuvo la temporada pasada frente a Jorge Martín, vigente campeón. Marc ha mantenido el liderato gracias a la velocidad, constancia y sus escasos errores (su único cero en carrera fue en el GP de Las Américas).
Las opciones de proclamarse campeón en Misano desaparecieron tras el triunfo de su hermano, dado que necesitaba sacarle diez puntos el pasado fin de semana para asegurar el alirón en la casa de Valentino Rossi. Esperar a Asia, sin embargo, es simplemente retrasar lo inevitable, porque solo un contratiempo mayúsculo privaría a Márquez de ganar el Mundial.
Todo apunta a que seguirá la estrategia de siempre: salir a sumar, evitar errores, conservar cuando sea necesario y arriesgar cuando el trazado lo pida. Misano tiene curvas rápidas, zonas de agarre que exigen precisión y neumáticos que pueden jugar sucio. Marc ya ha demostrado esta temporada que, cuando debe dosificar, lo hace.
Abultada diferencia de puntosEl dato clave es que Marc depende de sí mismo. Su ventaja le da margen de maniobra. No debe fallar, pero la diferencia de puntos le permite actuar con margen. Esa relativa tranquilidad es a la que se agarra en los momentos más importantes del torneo, aunque quede lejos la tensión de los duelos con Rossi o Jorge Lorenzo.
Márquez, por su parte, se mantiene por ahora alejado de la presión y con el objetivo marcado en rojo. "Me da igual dónde, cuándo... pero intentar que sea lo antes posible. No estoy obsesionado con la fecha exacta del título, sino con mantener la misma mentalidad que me ha llevado hasta aquí. El objetivo no es precipitarse, sino seguir sumando con constancia".
La resurrección de MárquezSu dominio en el torneo ha sido abrumador, con siete victorias en las últimas ocho carreras. Sin embargo, Márquez no asume la condición de favorito: "Ahora la gente dice que ganaré en Japón; veo bien tener bola de partido, pero tampoco va a ser fácil cerrarlo en Japón, porque significaría que Álex puntuará poco aquí".
Incluso se atrevió a hacer una comparativa entre los buenos pilotos y los campeones. "Es la capacidad de gestión. Cuando digo gestión, entra todo: momentos, presión, gente alrededor, equipo, fin de semana… Es gestión de todo. Tú puedes ser un piloto rápido, pero si te tira más el euro que la moto, no vas a ganar. Puedes ser un piloto rápido, pero si te tira más la fiesta que trabajar, no vas a llegar. Puedes ser un piloto rápido o con mucho talento, pero si te afecta más la presión que los test, no vas a ganar. La gestión de todo eso es lo que marca la diferencia. Pilotos rápidos hay muchos".
Su hermano promete presentar batalla hasta el final, pero todo parece cerrado. Márquez lo tiene en su mano, pero el destino le pondrá fecha. Ya hemos sido testigos de la resurrección de un piloto que vio el lado más oscuro del deporte.