24/06/2025 13:17
No resulta nada fácil lograr un título mundial frente a una jauría de monturas japonesas que, a priori, disponen de un potencial superior. Pero Husqvarna lo ha logrado gracias a una gran moto, por supuesto, sin olvidarse del brillante pilotaje de Chiodi, haciéndolo por partida doble. Aunque externamente, y vista a cierta distancia, la moto resulta idéntica a la de serie, lo cierto es que un análisis más cercano, profundo y minucioso delata claramente que no es una montura estándar. Equipo Maddii La potencia siempre constituye un dato fundamental en la competición, pero adquiere un papel más importante entre las 125 donde medio caballo puede resultar decisivo para lograr el triunfo. Así pues, el motor de esta Husky ha recibido importantes modificaciones, todas ellas realizadas en los talleres de Corrado Maddii, a fin de exprimirlo al máximo para lograr una buena cifra de potencia máxima –las malas lenguas hablan de más de 45 CV- sin olvidarse de un medio régimen utilizable. Quizás dentro de unos años, cuando este motor sea una reliquia, nos enteraremos de lo que realmente llevaba dentro, porque hoy en día todo es mutismo al respecto. Husqvarna CR 125 Alessio Chiodi 1999 Sabemos que monta un cigüeñal más ligero, que el cilindro y la culata son diferentes a los de serie, y que el encendido es otro específico. La carburación cuenta con unos reglajes propios y los cárteres son de magnesio, habiéndose pintado en negro para, por un lado, mejorar la estética; y, por otro, según dicen en Husqvarna, conseguir una mejor refrigeración del motor, algo que también se ha logrado con la incorporación de unos radiadores más grandes. La preparación del motor de la CR de Chiodi -esto se aprecia fácilmente- la completan un escape artesanal y un silencioso muy corto de fibra de carbono. Equilibrada De poco sirve tener el mejor motor si no hay una buena parte ciclo que lo complemente, algo que en Maddii Racing han sabido interpretar a la perfección. Aunque el chasis es de serie, no podemos decir lo mismo del subchasis, fabricado en titanio, material que abunda también en la tornillería, tanto del motor como del bastidor. Aunque al inicio de la temporada la moto de «Chicco» tenía abundantes elementos en fibra de carbono (aleta trasera, placas portanúmeros…) éstos fueron eliminados cuando la FIM cambio la reglamentación una vez empezado el año, prohibiendo incorporar piezas de la carrocería fabricadas en este ligero material. La vista os puede volver a jugar una mala pasada cuando os fijéis en las suspensiones pues su semejanza con las originales vuelve a ser grande. Pero la horquilla Marzocchi Shiver, modelo que por cierto Husqvarna tiene en exclusiva hasta abril del 2000, va fijada con unas tijas mecanizadas y monta unos tarados distintos, acordes a los gustos y al peso del ligero Chiodi. Husqvarna CR 125 Alessio Chiodi 1999 8 Además, en las barras se ha aplicado un tratamiento antifricción con nitruro de titanio, material que reduce la fricción y tiñe las barras de negro oscuro. El amortiguador Sachs mantiene sólo la «fachada» original montando un interior totalmente diferente con hidráulicos específicos, aceite de diferente viscosidad y componentes más robustos que aguantan con un rendimiento más constante las largas mangas de cross. ¿Y los frenos? Quizás éste sea el componente más próximo a la serie, sobre todo en la moto que probamos donde, quizás por cuestión de imagen, no encontramos la bomba de freno delantera Nissin que sí usa Chiodi, montando en su lugar una de las nuevas Brembo. Algo similar ocurría con la maneta de embrague, pues Alessio emplea una con sistema de tensado rápido, y la moto que probamos tenía una Domino estándar. Por si alguno duda que la unidad que nos dejaron era oficial de verdad, anotad un último detalle de calidad en los robustos bujes que tiene, con los que no hay sustos de posibles roturas. Husqvarna CR 125 Alessio Chiodi 1999 Brillante Bueno, ya está bien de tanta descripción técnica. Hablemos de las cualidades dinámicas de esta CR 125 tan especial. Cuando uno se encuentra con el inmenso trailer rojo de Cagiva- Husqvarna tras sus espaldas, una legión de mecánicos atendiendo peticiones, y un circuito en perfecto estado no puede más que sentirse como un piloto oficial. Metidos en ambiente, comenzamos a rodar por la pista de Malpensa, propiedad de Husqvarna, ubicada a escasos kilómetros de la fábrica italiana, y que es aprovechada por la marca para realizar todo tipo de tests. Una pista altamente divertida con tres rampas impresionantes, dos de subida, y saltos divertidos y no muy complicados, a la que la CR de Chiodi parecía estar muy acostumbrada pues rodaba por ella con una soltura bestial. La postura de conducción no resultaba del todo cómoda para nuestra estatura, unos veinte centímetros superior a la de Chiodi, quien lleva el asiento con el espumado muy rebajado y un manillar Renthal bastante plano. Sí que nos gustaron las anchísimas estriberas que equipa con las que resulta imposible que el pie se escape. No fue precisamente la potencia del motor lo que más nos cautivó, y aunque esta CR corría, quizás el propulsor que probamos no tenía tantos caballos como esperábamos y como Alessio suele tener. De todas formas, la mecánica mostraba una salud envidiable, con mucha fuerza desde medio régimen hacia arriba, uno sonido muy chillón y una buena estirada en la zona alta. Husqvarna CR 125 Alessio Chiodi 1999 Una vez más volvimos a percibir la excelente puesta a punto que tienen las suspensiones de una unidad oficial. Muchas horas de trabajo había en la amortiguación de la moto de "Chicco", suave, progresiva, y con unos tarados no muy duros, contradiciendo la teoría que muchos tenéis de que para el cross hay que ir duro como una tabla. La horquilla Marzocchi Shiver lo tragaba todo, afrontaba brillantemente la recepción de los saltos y no rebotaba más de lo necesario, permitiendo caer con confianza aun en los vuelos más altos y dar gas muy pronto tras la caída, a lo que por supuesto ayudaba el amortiguador trasero.Una gozada a la que los mortales comunes nunca tendremos acceso o jamás seremos capaces de poner a punto así. Una moto oficial como ésta genera adicción y a medida que rodábamos más y más, menos ganas nos entraban de dar por concluidas nuestras pruebas. De no haber sido porque teníamos un tiempo límite habríamos estado días dando vueltas al circuito de Malpensa. Pero todo lo bueno llega a su fin y con mucho pesar devolvimos esta moto que ha monopolizado el éxito en el Mundial de 125, y que este año ha logrado un total de nueve victorias. ¡Quién la tuviese en el garaje de casa!