Las sospechas de Carlos Sainz y el botón rojo de Ferrari y Mercedes contra Red Bull

Ferrari o Mercedes tienen en sus manos la posibilidad de apretar un botón rojo que podría hacer daño en Red Bull. El episodio del Gran Premio de Brasil entre Verstappen y Perez ha abierto una vía por la que podrían entrar algunos de sus rivales, especialmente el equipo italiano, el principal beneficiado en caso de que se abriese una investigación sobre la actuación de Checo Pérez en Mónaco.

“Si alguien quiere investigar, estaríamos más que contentos. Una cosa quiero decir de verdad, no tengo reparo ni temor de llevar a cabo una investigación y entrar en este tema si hay materia. No me voy a esconder”. En Yas Marina, el presidente de la FIA, Muhamed Ben Sulayen, ha dejado claro que la institución entraría a investigar el accidente presuntamente provocado por Checo Pérez, como habría dejado caer el entorno de Verstappen y las palabras del holandés insinuaban en Interlagos. Ben Sulayen reconocía que nadie ha solicitado dicha investigación, y tampoco se ha emprendido de oficio. Pero si alguno de los rivales de Red Bull lo solicita, podría ser posible. El jueves, Carlos Sainz sacó el tema, con algunas revelaciones sorprendentes.

El conflicto interno en Red Bull abrió una inesperada caja de pandora que el equipo austríaco ha intentado cerrar antes de la última carrera del año. El comunicado de Red Bull, las contundentes palabras de rechazo de Verstappen y la vehemente negativa de Checo Pérez parecen destinadas a cerrar esa posible brecha que incite a los rivales a una posible reclamación, lo que supondría otro balazo a la imagen de un equipo que ha llevado una brillante temporada en lo deportivo, pero que ya arrastra el daño reputacional de haber sido el único que ha recibido una gran sanción por parte de la FIA ¿Y si sus principales rivales quisieran echar más sal a la herida una vez acabada la temporada? Ya existen precedentes al respecto…

El presidente de la FIA ha dejado la puerta totalmente abierta como parte de la mejora de la gestión bajo su nuevo mandato. De hecho, el reglamento deportivo contiene varios artículos bajo los cuales podría encuadrarse una hipotética manipulación por parte de Checo Pérez en los entrenamientos, si fuere el caso como se ha insinuado desde el entorno de Verstappen nada más terminar el gran premio brasileño, después de que el holandés negara su posición al mexicano, alegando un posible ajuste de cuentas sobre el pasado. Verstappen no ha querido ampliar detalles, aunque algunas personas cercanas aludieron a Mónaco, y al reconocimiento del mexicano al equipo de haber llevado a cabo la manibra de forma deliberada. Punto este que podría complicar la vida a Red Bull si algún rival quisiera tirar del hilo.

Cierta o no la actitud de Pérez, los rivales podrían coger al vuelo la oportunidad y pedir los datos de telemetría y la revisión de la actuación del mexicano quien con su accidente habría impedido que Verstappen le adelantara en los instantes finales de la sesión, con lo que el mexicano salió delante y luego ganó la carrera. Dos famosos incidentes del pasado podrían ilustrar el peligro al que podría enfrentarse Red Bull.

En 2010 la FIA actuó, pero de oficio, cuando Nelson Piquet padre desveló el pacto entre su hijo, Pat Symonds y Flavio Briatore para que el piloto brasileño provocara un accidente durante el Gran Premio de Singapur de 2008 para beneficiar la estrategia de Fernando Alonso. Piquet padre actuó en venganza por el despido de su hijo, al que se le habría prometido la renovación. Symonds y Briatore no volvieron a la Fórmula 1.

Otro episodio que marcó la imagen de Michael Schumacher fue el Gran Premio de Mónaco de 2006, cuando al salir de “La Rascasse” detuvo literalmente su monoplaza al cruzarlo en la pista. Dos pilotos, Alonso entre ellos, estaban mejorando los tiempos del alemán. En la rueda de prensa, se le preguntó al alemán, con los dos pilotos a su lado. “Tengo mi opinión, y no la diré aquí…” respondió el español cuando fue interpelado al respecto. Sainz tocó un tema parecido este fin de semana de manera muy ilustrativa.

A Schumacher se le preguntó si temía que Renault reclamara. “Conozco a Flavio los suficiente”, contestó el alemán. Los comisarios acabaron mandando al alemán al fondo de la parrilla, en uno de los episodios más oscuros de su brillante trayectoria. Pero no han sido los únicos episodios dudosos, porque Mónaco ha sido un escenario propicio para las sospechas. Como el accidente de Nico Rosberg con Lewis Hamilton, o el de Charles Leclerc con Sainz el pasado año. Quizás Sainz pensaba en ello cuando habló duramente al respecto el pasado jueves.

“Sin comentar si fue a propósito o no (el incidente de Checo, en el que Sainz fue el principal perjudicado al encontrarse el Red Bull cruzado en la pista), creo que es un hecho ahora que todos los pilotos quieren algún tipo de regla de que si provocas una bandera roja o una bandera amarilla, si es intencional o no, debería hacerse algo con ese piloto porque se ha comprometido a los otros nueve a propósito, o quizás no”, señaló el español, “pero deberías recibir una sanción por ello. De lo contrario, todos vamos a empezar a jugar con ello”, para lanzar finalmente su carga de profundidad: “he visto durante los últimos años a muchos jugando con ello, más de lo que podríais pensar, o los medios han recogido”

Sainz añadió un particular matiz: “creo que los veinte pilotos, cuando analizamos este tipo de incidentes, sabemos inmediatamente si el piloto lo ha hecho a propósito, o no, porque no somos estúpidos”. ¿Pensaba el español en Leclerc en 2021, cuando Ferrari contaba con el monoplaza más rápido ese fin de semana, y Sainz estaba mejorando sus tiempos y Leclerc no iba a mejorar su vuelta? Se le insistió al respecto: “podría salir a cenar y a unas copas con vosotros (a los periodistas) y sin un micrófono os lo diría”, remató en tono de broma. Con el incidente de George Russell en Brasil y la salida a flote del de Pérez en Mónaco, Sainz pide que el piloto que provoca el incidente no se vea beneficiado por ello: “O bien se cancelan las vueltas, o se ponen tres o cinco puestos de parrilla si provocas una bandera amarilla o roja en unos clasificatorios, lo que significa que los incentivos desaparecen inmediatamente”.

Después de las palabras de Ben Sulayen en Yas Marina, es posible que Christian Horner y Helmut Marko estén conteniendo la respiración. En la Fórmula 1, todos tienen alguna vendetta pendiente y, precisamente este año, Red Bull puede ser pieza de caza para algunos.

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