Verstappen reina en casa de Ferrari, Leclerc y Sainz acaban frustrados y Alonso abandona

"Max, te mereces la victoria. Es una pena que la carrera acabe así, pero has sido el más rápido del fin de semana". Las palabras de Red Bull hacia Max Verstappen por la radio al finalizar la carrera en Monza ilustra la frustración de los pilotos, los aficionados y los ingenieros en la carrera de este domingo. En plena lucha por el triunfo en casa de Ferrari, con una marea roja entregada para vivir un final apasionante, la excesiva lentitud de los comisarios en retirar el coche de Daniel Ricciardo de la pista tras provocar un 'safety car' en las últimas cinco vueltas llevó a un final descafeinado en lo que estaba siendo una gran carrera. Sin tiempo para el espectáculo y con silbidos de fondo por parte de la grada, Charles Leclerc se quedó con la miel en los labios y no pudo retar a Verstappen... que otra vez vuelve a ganar y tiene el Mundial en el bolsillo.

El piloto neerlandés, que antes de la carrera ya preveía colocarse en el segundo puesto, realizó una salida extraordinaria desde el séptimo lugar y en la quinta vuelta ya estaba en segunda posición. A partir de ahí, el ritmo de su Red Bull metió presión a Leclerc. En Ferrari decidieron parar al piloto monegasco en la vuelta ocho para aprovechar una bandera amarilla generada por Sebastian Vettel, pero la jugada no salió del todo bien porque la bandera verde volvió antes de lo esperado. A partir de ese momento, la distancia entre ambos neumáticos derivó en una distancia insalvable para el Ferrari del monegasco. Verstappen pararía en la vuelta 26 por primera vez sin que Leclerc hubiese podido recortar la diferencia entre ambos.

El ritmo del Red Bull de Verstappen era demasiado para Ferrari. "No sabíamos bien qué hacer y la decisión no sé, quedamos detrás, no estoy muy feliz", explicaría Leclerc tras la carrera. En la vuelta 34, el monegasco realizaría su segunda parada y ahí Ferrari pasaría al ataque sin poder acercarse lo suficiente a Max Verstappen. El neerlandés, con mucha más velocidad y con la tranquilidad de tener un coche superior, guardó la distancia sin problemas.A cinco vueltas del final, el coche de Daniel Ricciardo dijo basta y salió el 'safety car'. El monoplaza, atrapado entre la pista y la hierba, se quedó allí hasta el final y Monza se quedó sin la emoción de un tramo final apretado donde Leclerc pudiese luchar por la victoria y Carlos Sainz, por el podio.

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