Audi en problemas, los beneficios caen estrepitosamente, pero la culpa no es de sus coches eléctricos sino todo lo contrario

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Los motores V6 y V8 necesitan un componente esencial que se está retrasando.

Audi ha tenido un mal comienzo de curso. Los alemanes, a pesar de estar centrados en su próxima etapa eléctrica, no se olvidan de la combustión. Sus motores más potentes están sufriendo importantes retrasos en la cadena de suministros.

A raíz de la pandemia de la COVID-19 todo el mundo sufrió para retomar la actividad. Tras la reactivación de la economía, el sector de la automoción tuvo serios problemas para recuperar el ritmo normal por culpa de la falta de suministros. Cuellos de botella y falta de componentes que parecían haberse quedado atrás. Sin embargo, no es así. Las líneas de montaje todavía tienen problemas ante la falta de componentes. La situación sigue siendo delicada y Audi es la mejor muestra de ello. Los beneficios de la compañía han caído sustancialmente en los primeros tres meses del año.

El viernes de la semana pasada Audi hizo públicos los resultados del primer trimestre del año y, a falta de una palabra mejor, son malos. El beneficio de operativo de Audi ha caído un 74% durante los tres primeros meses del año hasta obtener unos registros positivos de 466 millones de euros, frente a los 1.820 millones obtenidos durante el mismo periodo del año anterior. Los ingresos han caído un 19%, pasando de los 16.880 millones registrados entre enero y marzo del 2023 a los 13.720 millones de euros de este curso. Un resultado que, según Audi, ha estado causado por un problema en la logística y el suministro.

A diferencia de lo que uno podría pensar, Audi sigue vendiendo muchos coches con motores de gran cilindrada.

Falta un componente crítico en el montaje de los motores V6 y V8

Estos problemas en la cadena de montaje no se deben ni a los chips ni a las baterías. Audi está impulsando su estrategia eléctrica. Los de Ingolstadt no tienen mucha prisa, pero tampoco quieren tomarse las cosas con la misma calma que hasta ahora. Sus rivales les llevan mucha ventaja y si bien el mercado parece apuntar a un estancamiento en las ventas, Audi tiene que ofrecer productos interesantes que puedan hacerse un hueco en un mercado cada vez más competido ante la cada vez mayor presencia de marcas procedentes de China.

Sin embargo, sin que sirva de precedente, el problema actual nada tiene que ver con los eléctricos, todo lo contrario. Son sus coches de combustión los que están teniendo los problemas, más concretamente las unidades con motor V6 y V8. Aunque parezca mentira teniendo en cuenta la tendencia de electrificación del mercado, Audi sigue vendiendo muchos coches con grandes motores de combustión. Gran parte de su gama se apoya en ellos para ofrecer un punto de vista diferente que todavía es muy demandando en mercados como Norteamérica o Asia.

Audi tiene abiertos varios frentes, como la expansión de su gama eléctrica.

Tal y como informa la compañía, el problema está en la falta de un componente crítico de los motores. Un elemento que no han querido confirmar, pero que se antoja esencial para aumentar la eficiencia del bloque. Fuentes alemanas apuntan a una correa utilizada por los generadores de arranque de los modelos MHEV y PHEV. Una correa que es suministrada por Vistesco, una filial de Continental, desde el año 2018. Ya desde el verano del año pasado ambas empresas han estado en disputa por la lentitud y falta de suministros en la cadena de montaje, lo que a la postre ha afectado negativamente al balance de resultados de Audi.

Durante la presentación de resultados de la semana pasada, el director de operaciones del Grupo Volkswagen, Arno Antlitz, aseguró a los inversores que Audi está trabajando para agregar un segundo proveedor para el crítico componente. Muchas unidades con motor V6 y V8 han desaparecido del escaparate de la marca, aunque según fuentes alemanas dichas unidas vuelven a estar disponibles desde mediados del mes de marzo, aunque su producción sigue siendo lenta, o al menos no tan ágil como necesitan en Ingolstadt.

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