Volvo quiere el trono de los coches eléctricos de Tesla. Ahora, ataca con uno de los ases de Elon Musk

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Volvo está convirtiéndose en una de las marcas de referencia en el mercado eléctrico.

Tesla es conocida por adoptar soluciones innovadoras de fabricación que permiten ahorrar costes e incrementar el margen de beneficios. Volvo se está convirtiendo en un rival muy duro y promete serlo más tras anunciar la adopción del método conocido como 'gigacasting'.

Una de las marcas que más está avanzando en su transición al coche eléctrico es Volvo, que además se está viendo fuertemente respaldada por el aumento en sus cifras de ventas.

La marca sueca, actualmente propiedad del grupo Geely, ya ha abandonado definitivamente los motores diésel y se mantiene firmemente encaminada hacia la electrificación total en 2030.

De hecho, Volvo tiene como meta que los vehículos eléctricos representen el 50 % de sus ventas para mediados de la década. Objetivos asentados en la creencia de que este tipo de movilidad tiene en el mercado premium un ecosistema ideal para triunfar.

Y no le falta razón, pues la demanda de Volvo está superando a la de sus competidores en el mercado debido a un mayor poder adquisitivo de los clientes y una mayor capacidad de establecer precios.

Esto reducirá significativamente la complejidad de fabricación, con un 84 % menos de uniones soldadas y un peso aproximadamente un 50 % menor

El gigacasting sueco

Tesla es, a día de hoy, el rey del coche eléctrico. Y una buena parte de su éxito se basa en un mayor margen de beneficio que le permite flexibilizar precios según su conveniencia.

Uno de los ases en la manga de Elon Musk para lograr eso es la técnica de fabricación conocida como gigacasting, que básicamente consiste en simplificar hasta el extremo la cadena de montaje de cada modelo mediante la fabricación de grandes piezas que aúnen en una sola decenas o cientos que anteriormente se elaboraban de forma independiente.

Poco a poco, fabricantes como Ford, Hyundai y Nissan han comenzado a trabajar en esa dirección. Y Volvo también lo está haciendo.

El plan pasa por introducir la megafundición en su próxima generación de vehículos eléctricos, que llegará al mercado en 2026. Y, si bien Erik Severinson, jefe de estrategia y gestión de programas de Volvo, no quiso confirmar qué modelo será el primero en beneficiarse de ello, sí mandó un mensaje muy claro a sus rivales.

«Lo que puedo decir es que para 2030 nos hemos comprometido a ser totalmente eléctricos. En ese momento, debemos tener rehecha toda nuestra cartera de productos con el objetivo de tener opciones eléctricas para todos nuestros clientes. Y eso requiere muchos coches nuevos de aquí a 2030».

Todo indica que el gigacasting, o megafundición, se introducirá en conjunto con la nueva plataforma SPA3, destinada a liderar la tercera generación de vehículos eléctricos de Volvo.

Volvo EX30, el eléctrico más reciente de la marca sueca.

En qué consiste el gigacasting

El término 'gigacasting' hace referencia a la técnica de fabricación de piezas metálicas de gran tamaño mediante el proceso de fundición a presión en moldes gigantes. Estas piezas suelen ser de aluminio.

Es un método utilizado en la industria automotriz y aeroespacial para producir componentes de gran tamaño con mayor eficiencia y precisión. Principalmente, se utiliza en la elaboración de estructuras de chasis, subchasis y otras partes estructurales.

El gigacasting ofrece ventajas como una mayor eficiencia en la producción, reducción de costes y la capacidad de fabricar componentes más ligeros y resistentes.

Por ello, este proceso se ha vuelto especialmente relevante en la fabricación de vehículos eléctricos, donde la reducción de peso y la optimización de la estructura son aspectos clave para mejorar la eficiencia y el rendimiento de los vehículos, así como para reducir sus elevados precios.

El plan de Volvo

Volvo planea utilizar la técnica del gigacasting para fabricar la sección del piso trasero de sus próximos modelos como una sola pieza de aluminio, lo que reemplazará alrededor de 100 piezas anteriores.

Según la empresa, esto reducirá significativamente la complejidad de fabricación, con un 84 % menos de uniones soldadas y un peso aproximadamente un 50 % menor.

Mikael Fermér, arquitecto principal de la plataforma de vehículos de Volvo, destaca que este proceso revolucionará la construcción de la empresa, permitiendo cambios más rápidos y una vida útil de la plataforma prácticamente ilimitada.

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Volvo planea aumentar el uso de la megafundición en los próximos años, con el objetivo de producir gran parte de la plataforma como unas pocas piezas.

Fermér también señaló que no hay preocupaciones sobre la seguridad ni los potenciales costes de reparación más altos si una pieza grande de megafundición resulta dañada, un problema que Tesla ha estado tratando de resolver con algunas compañías de seguros.

«Terminamos la pieza de megafundición detrás de la cabina y luego tenemos una viga de parachoques y una estructura de choque trasero, que es una gran parte que podemos aplastar y reemplazar».

«Es posible reparar una pieza de megafundición hasta cierto punto, pero si se trata de un choque realmente grave, entonces será desechada. Pero eso es lo mismo para un coche tradicional, y probablemente tan probable como que el cuerpo principal de un coche actual sea dado de baja», amplió.

Además de las ventajas en el diseño de automóviles, la megafundición ofrece varios beneficios en la producción.

La enorme máquina de gigacasting que ha construido Volvo puede fundir una bandeja trasera individual en aproximadamente 120 segundos, y al ejecutar dos en paralelo, puede satisfacer las demandas de la línea de producción para producir alrededor de 60 coches por hora.

Volvo estrenará plataforma y modelos de nueva generación en 2026.

La nueva instalación de Volvo en Torslanda, Gotemburgo, es parte de una importante actualización de 930 millones de euros para preparar el sitio para la producción futura de coches eléctricos.

La compañía también abrirá una nueva planta de ensamblaje de baterías, que construirá paquetes utilizando celdas producidas en una nueva instalación de producción adyacente que será operada por la firma asociada Northvolt.

Volvo también planea utilizar la megafundición en una nueva fábrica actualmente en construcción en Eslovaquia y eventualmente podría introducirse en sus otras plantas globales según sea necesario.

Tesla echa el freno con el gigacasting

Paralelamente a este avance realizado por Volvo, Tesla parece seguir el camino inverso y está ralentizando su evolución en lo que al gigacasting respecta.

La marca estadounidense tenía planes ambiciosos para mejorar su proceso de gigacasting coincidiendo con la última fase de desarrollo del que será su modelo más económico, el Tesla Model 2 de alrededor de 25.000 dólares.

Sin embargo, este enfoque implicaba un gasto inicial alto y un largo período de perfeccionamiento de los procesos.

Finalmente, Tesla ha optado por una solución más conservadora, y seguirá utilizando sus líneas de producción actuales. Mientras, los proveedores adaptarán el proceso existente de tres piezas para el próximo vehículo.

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